lunes, 21 de abril de 2008

Buzones


Todos nos fijamos en aquellos aspectos de lo que nos rodea que tienen algún vínculo con nuestra área de saber, nuestra experiencia cotidiana o nuestra práctica. Así, el zapatero podrá, de un simple vistazo, calcular el número de pie de una señora cuya sonrisa le pasará desapercibida pero que llamará la atención del dentista. La embarazada sólo ve embarazadas y el cojo, cojos.

Yo me fijo en los buzones. Me refiero a los buzones de correos que hay en las calles, amarillos los ordinarios y rojos los urgentes. Sospecho que su utilización es ya escasa debido al correo electrónico. Para mí tienen, sin embargo, el sabor entrañable de la comunicación mediata, aquélla en la que el tiempo y la distancia intervenían tanto como el contenido y la caligrafía. Cuando echábamos la carta en el buzón se abría un período de incertidumbre sólo resuelta con la respuesta por el mismo medio.

Yo fui un activo remitente de cartas. El lento proceso de elaboración y revisión del texto, su paso a limpio, el cuidado de la letra y, por supuesto, el placer físico de doblar las cuartillas, introducirlas en el sobre y cerrar la solapa humedecida, enriquecían el hecho desnudo de la comunicación haciéndolo, si cabe, más humano.

El correo postal forma parte del paisaje de un tiempo perdido, del que se han ido también los giros postales, las conferencias a cobro revertido o los telegramas.

Hoy sigo tomando nota de los buzones que veo por la calle. Conozco la ubicación de los más cercanos a mi casa y a mi despacho. Sigo pensando que alguno de ellos me podrá ser útil en alguna ocasión, porque a veces, aunque nos parezca imposible, lo que creíamos perdido vuelve para acariciarnos por un momento antes de desaparecer de nuevo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Te cuento que en Republica Dominicana los buzones son solo para recibir facturas puerta a puerta. Ya no los hay publicos. Me entusiasma tu forma de expresion, ya quiero leer El Pirata. Me atrae esa forma nostalgica y realista de escribir.

He vuelto no para desaparecer...

Isis